sábado, 21 de septiembre de 2013
Ruta de Los Naranjos
En vacaciones de Semana Santa disfruté junto al amor de mi vida, de un estupendo recorrido por la zona occidental de mi hermoso país. Hice la Ruta de Los Naranjos, su clima fresco, abundantes restaurantes, pueblos pintorescos, deportes extremos, hermosos paisajes, hacen de éste un lugar estupendo para visitar en familia, con amigos o en pareja; ya sea que se busque un poco de descanso o aventura.
Viajar con la agencia Multiturismo fue una experiencia nueva y al terminar el día decidimos que la repetiremos, su servicio fue muy satisfactorio: los microbuses cómodos, los lugares seleccionados para visitar son acogedores y de un excelente servicio al cliente. El paquete incluye transporte de ida y vuelta y guías de turismo para todo el recorrido.
Nuestra primera parada la hicimos en el mirador del Lago Coatepeque, en el que pude apreciar su gran belleza, sus aguas apacibles de un azul profundo y una exuberante vegetación: un verdadero regalo de la naturaleza, ubicado en el municipio del Congo en Santa Ana.
Nuestra segunda estación fue en Juayúa, Sonsonate: ahí visitamos tres lugares estupendos: Las Cabañas de Kaltepet, La Montaña Kfe y San Bernardo.
Cabañas de Kaltepet es un hostal que tiene una vista privilegiada al volcán de Santa Ana. Desde ahí se pueden ver los cafetales, donde se cosecha café de altura, que se exporta y además se vende en diferentes coffee shop en todo el país. Lo que más me gustó del lugar fue su amplio jardín, rodeado de árboles, flores, muchas plantas, con área de picnic, juegos infantiles y sillas-columpio para adultos. Quedaba a opción de los turistas comprar su desayuno dentro del restaurante del lugar o disfrutar los alimentos que habían llevado en el área de picnic. De los tres lugares fue el que más me gusto por el clima y el jardín.
La Montaña Kfé es un restaurante muy bonito y más cercano de Kaltepet, dispone de un amplio parqueo, área para acampar, venta de artesanías, plantas y café, un pequeño vivero, mesa de billar, juegos para niños y jardín. En el menú encontramos que sirven desayuno, almuerzo y cena; y pupusas a partir de las 4:00 pm. Asimismo, ofrecen una amplia variedad de bebidas y tragos.
Nuestro almuerzo lo hicimos en San Bernardo. Este lugar es el más amplio de los que visitamos y tiene todo lo necesario para disfrutar de un buen fin de semana en familia. Hay tres piscinas, mirador, restaurante, salón de convenciones, vivero, amplios jardines y parqueo. Las cabañas para alojarse en el lugar son muy privadas pues cada una está bastante retirada de las otras. Las actividades que se pueden practicar son caminatas y cabalgatas. La comida es excelente. Con mi novio tomamos la decisión de seguir la recomendación del mesero: Carne del Cantón y resultó ser un platillo exquisito que nos dejó satisfechos. Recomiendo siempre preguntar por las mejores opciones, pedir la comida temprano, porque se llena el lugar y ubicarse en el área del bar para ser bien atendidos. Los precios de la comida oscilan entre $5.99 (plato individual)-$43.00 (parrillada para 4 personas).
Dormir es otro placer de la vida que se puede disfrutar mucho más en San Bernardo. El lugar cuenta con mucha área verde, sólo se trata de buscar una buena sombra, un poco apartada de los demás veraneantes, examinar que no haya hormigas y entregarse a los brazos de Morfeo. Después de un delicioso almuerzo no hay nada mejor que una siestecita para reanimarse.
Ataco fue nuestra última parada en la ruta. El tiempo se vuelve nada en ese lugar tan pintoresco. Nos detuvimos a ver varias tiendas de artesanías en las que encontramos los más curiosos artículos y productos naturales, aprovechamos para llevar un bonito recuerdo de nuestra visita de “Madre Tierra” Artesanías. En el lugar también hay abundantes restaurantes y bares, algunos con música en vivo. Visitamos el Bar-Restaurante “El Arky”, en el que nos atendieron muy bien, pudimos ver un rato el partido de la selecta de playa contra Costa Rica y disfrutamos de un delicioso frozen de café. El clima estaba fresco, aunque no tanto como me hubiera gustado, supongo que es por la época del año en que lo visitamos.
Les comparto que todos mis sentidos disfrutaron mucho con este paseo. La zona occidental del país es un verdadero encanto para los que buscamos clima fresco, contacto con la naturaleza, hermosos paisajes y buena comida. La verdad es que cada día me enamoro más de este pequeño pedazo de tierra en que nací y creo que cualquiera que lo visite comprenderá el porqué.
Les invito a recorrer la Ruta de Los Naranjos en sus próximas vacaciones y disfrutar todas las bondades que la tierra del café tiene para ustedes.
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