miércoles, 10 de marzo de 2010

LA UNIVERSIDAD: LA PUNTA DEL ICEBERG

La tradicional huelga anual de la Universidad de El Salvador solamente es un reflejo de graves problemas sociales que enfrenta nuestro país en materia educativa: exclusión, bajo presupuesto, cultura de comodidad, corrupción y falta de institucionalidad.


La huelga por supuesto no abona nada para una solución real a ninguno de estos problemas, sólo es un parche, un chantaje con el que se logra una concesión de pocos cupos a unos estudiantes mal formados desde sus primeros niveles educativos y muchas veces cómodos. Esta medida más que beneficiar afecta a otros tantos actores de la vida universitaria, como por ejemplo: Los estudiantes, los egresados que ven atrasado su proceso de graduación, los negocios informales que dependen de ese polo de desarrollo (fotocopiadoras, ciber-café, comedores, etc.) los trabajadores de esos lugares, que no ganan nada mientras la Universidad está cerrada y las familias de esos trabajadores. Lo peor de todo es el carácter tradicional de esta medida ineficaz, que solamente contribuye a la cultura de comodidad y a dar una imagen pésima a la institución.

Si el interés real de estas organizaciones universitarias es luchar por la educación popular, ¿por qué no organizan actividades de presión para las fechas en que se discute y aprueba el Presupuesto General de la Nación? ¿Por qué no investigan e interponen demandas por corrupción ante la FGR y la Fiscalía de la Universidad? ¿Por qué no se lucha porque los planes de estudio se actualicen? Creo que el trabajo de estas organizaciones no debería verse limitado a tomarse la universidad una vez al año. Debe ser una actividad febril y permanente a favor del empoderamiento estudiantil, una fiscalización constante al accionar de las autoridades y docentes, una contribución creativa para mejorar la educación dentro de la Universidad.

El Ministerio de Educación tiene mucha responsabilidad en la huelga, ya que el sistema educativo en los niveles primarios y secundarios es ineficiente. A los estudiantes debería enseñárseles a estudiar y exigirles alto rendimiento desde la primaria y secundaria no solamente al llegar a Bachillerato. Por otro lado, ¿Cómo exigirles tanto a unos niños que llegan hambrientos y cansados de haber pasado la mañana ayudando en el taller, vendiendo pan o empacando en el supermercado? Aquí podemos ver que se trata de un problema de inclusión que viene desde antes del nivel universitario y requiere acción pronta del nuevo gobierno.

Otra causa de la huelga es la debilidad institucional en la universidad. Tenemos instancias que no funcionan, que están viciadas y que se tardan una eternidad en resolver cualquier problema de los estudiantes y no digamos casos de denuncias de corrupción.

Pero, veamos por qué la huelga es inútil:

¿Ayuda la huelga a obtener un presupuesto digno para la Universidad? No. Cuando la medida se produce el presupuesto ya está asignado y aprobado.

¿Ayuda la huelga a combatir la corrupción? No. Para erradicar la corrupción hace falta una mayor fiscalización, investigación y una mejora del control interno.

¿Ayuda la huelga a salir del atraso cultural y de la comodidad? No. Es más: la fomenta porque crea en la mente de los aspirantes la idea de que de todas maneras van a quedar. Creo que para todos los que provenimos de clase media baja a baja, ha sido difícil la superación y hemos tenido que sacrificarnos muchas veces, pero no es algo imposible de lograr. Creo que es hora de salir de la cultura de la comodidad y de querer lograr las cosas por la fuerza. La actitud de la anterior administración, de ceder ante las organizaciones lo que hizo fue convertir en crónica la huelga.

Como vemos, la huelga sólo ataca el efecto, no las causas del problema. La lucha por la educación popular requiere del esfuerzo de varios actores: El gobierno, las autoridades universitarias, las organizaciones estudiantiles, los estudiantes, los docentes y la sociedad en general. Y requiere además, que ese esfuerzo sea constante y encaminado a mejorar y volver más accesible la educación superior en el país.

2 comentarios:

  1. La huelga como bien se dice, nos afecta a quiènes de manera formal logramos ingresar a la UES. Considero y propongo que antes de iniciar con los tràmites de nuevo ingreso se deberìa exigir la verificaciòn, secuencia y continuidad de los procesos administrativos, asi garantizamos la transparencia de los mismos.
    La huelga parece ser el mètodo mas efectivo que este tipo de jovenes encuentran para poder ingresar de manera fàcil a la UES y sin excluir muchos y no menos importantes factores como: El tràfico de influencias, presupuesto, etc. No existe un punto de partida ni una linea a seguir para tèrmiar con el problema de manera concreta o para llegar a un acuerdo, y me refiero al S. Rector, que no ha dado ni aportado nada significativo y tirà la pelota. De ahi surge la gran pregunta ¿ serà que en realidad pasa algo en la UES? Como estudiantes deberiamos cuestionar y exigir rspuestas; no es posible que año con año, como tradiciòn de pueblo se tomen la U, este tipo de actos a mi parecer deberìan ser sancionados severamente,porque no se puede exigir un derecho, obstruyendoselo a otros. No apoyemos este tipo de actos denigrantes, bandalicos y poco racionales para la UES.

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  2. Hola mi Estimada amiga! Pienso que está entrada la has realizado en un momento muy oportuno. La verdad como siempre es una verdadera "lastima" que en la universidad se gesten ya de manera un tanto tradicional y permisiva este tipo de acciones que lógicamente a quienes afectan son a los estudiantes activos en sus diversas modalidades (nuevo y antiguo ingreso, egresados, etc), así como a la totalidad del personal que labora en dicha institución. Paralelamente estoy un tanto de acuerdo con el comentario del amigo anónimo en el hecho de que las autoridades correspondientes "no" realizan una mayor presión por mejorar la situación de la universidad, (ni en epocas previas, ni en la actualidad) sino que empero decepcionan a toda la comunidad estudiantil al delegarse entre ellos la culpa de su rotunda ineficacia. En mi opinión, la situación de la universidad trasciende sobremanera los reales problemas que atañen a nuestra sociedad, entre los cuales, uno de los que más pesa es la no existencia de una cultura de respeto al prójimo, sino que consecuentemente priva (y perdón por la vulgaridad de las palabras) el joder a los demás a costa de cualquier cosa. Estoy un tanto de acuerdo con las personas que dicen que la imagen de nuestro país se ve afectada por problemas como la violencia, delincuencia generalizada, y demás problemas en general; pero a comparación la Universidad se encuentra a años luz de mejorar la suya, y quizá lo más triste, de consolidar a nivel tanto nacional como internacional su proyección como única institución de educación superior en El Salvador.

    PD: Estimada amiga, no le he dedicado mucho tiempo a mis escritos, pero muy pronto prometo retomar las correspondientes funciones jajajaja. Saludos :)

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