¿Qué es mejor para un país? ¿tener sus cárceles rebalsando de criminales y delincuentes? o ¿tener personas que aunque hayan delinquido alguna vez estén dispuestas a no reincidir, a colaborar con la justicia e incorporarse a la vida productiva del país?
La duda surge a raíz de la nueva demanda por el cargo de Lavado de Dinero, interpuesta por la Fiscalía contra "Mario Orellana", ex gerente de ANDA.
El señor Orellana en su oportunidad colaboró con las autoridades y se le dió el "Criterio de Oportunidad" según el cual se le perdonaban los cargos siempre y cuando sirviera de testigo por los casos de corrupción dentro de ANDA.
Mis ideas a lo mejor no tengan asidero legal, pero me parece que este arreglo entre la Fiscalía y el señor Orellana debería ser respetado, ya que no hacerlo constituye un mensaje generador de desconfianza hacia la Entidad. En futuros procesos se necesitará el tipo de ayuda que el señor Orellana brindó con sus declaraciones en las audiencias y probablemente las personas se reusarán a colaborar temiendo que luego la Fiscalía no cumpla su compromiso.
Si el señor Orellana hubiera incumplido con su parte del trato o cometido ilícitos posteriores al acuerdo, considero sería más que justo el procedimiento; pero, no siendo de esa manera considero que su opinión es válida al sentirse "traicionado". Para mí un acuerdo debe ser honrado.
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