Lo conocí el ciclo pasado: me impartió la materia Negociación Internacional. Salí requeté mal en su primera evaluación pero ahí comprendí que debía aplicarme y que esta vez no la tenía tan fácil. Media vez aprendida su metodología y esforzándome para leer su material todo fue cuesta abajo: obtuve las notas que quería, pero sobre todo APRENDÍ.
Ese es Nelson Rivera un profesor joven, que prepara sus clases: no llega a improvisar, un profesor que llega puntual y no falta por cualquier motivo, ni se enferma a cada rato, que sabe exigir a sus alumnos, pero no al punto de hacerlos repetir la materia; un profesor que toma el control del ambiente en el salón y maneja el discurso que una forma clara, precisa y amena.
Alegando recorte en el presupuesto, ahora la dirección de nuestra escuela se dispone a despedirlo. Es vulnerable debido a que lleva menos de dos años de dar cátedra; pero la mayoría de estudiantes que hemos sido sus alumnos y los que actualmente lo son reclamamos que se desista de la idea de su despido.
En lo personal considero que Nelson es de los profesores que necesita nuestra universidad y que ésta debería de unirse a la consigna de meritocracia que proclamó el Presidente de la República en su discurso de toma de posesión. La meritocracia no consiste en dejar a los puestos a personas allegadas y amistadas a la dirección, tampoco a mantener a personas solamente en honor al tiempo que tienen de estar en sus cargos, ni por la necesidad que tengan de su empleo. La meritocracia deberá medirse por la idoneidad de la persona, responsabilidad, satisfacción estudiantil, etc.
Si en realidad no hay presupuesto, pues deberían tratar de reducirse otros gastos dentro de la escuela y si fuera de todas maneras muy necesario despedir a alguien pues debería pasarse una evaluación al desempeño de todos los docentes para determinar quiénes son los que están cumpliendo mal sus funciones y de ellos prescindir.
Hago un llamado al director de nuestra escuela: el profesor Jorge Aranda, para que transite a la era del cambio, para que aplique la meritocracia en el tiempo que le queda de gestión y sobre todo para que no cometa una injusticia atropellando los derechos de los estudiantes privándolos de la oportunidad de tener un profesor de calidad, como el profesor Nelson Rivera dentro del staff.
Hago un llamado a los compañeros que están de acuerdo con que Nelson se quede en la U, a que apoyen las actividades que nuestros compañeros están promoviendo para la próxima semana y que firmen las listas de apoyo.
La indiferencia que mostremos hoy incidirá en el futuro de nuestra escuela: en su calidad, en el trato a los estudiantes, es tiempo de sentar un precedente, es tiempo de defender nuestros derechos.
Como estudiantes de Relaciones Internacionales, no es propia de nosotros la indiferencia; sino, ¿para que estudiamos Negociaciones Internacionales, Derecho, Derechos Humanos, si no podemos defender ni siquiera los nuestros? Los estudiantes de Relaciones Internacionales estamos llamados a hablar, promover, tomar la iniciativa hacia la solución de los problemas que nos afectan o podrían afectarnos.
